Saltear al contenido principal

El tabaco es originario de México.

No existen registros claros que nos permitan conocer el origen ni la fecha o período en el que comenzó la utilización del tabaco, sin embargo podemos asegurar, sin lugar a dudas, que fue en Mesoamérica, en concreto en México, el primer lugar donde se cultivó y gozó de las bondades del tabaco por las principales culturas precolombinas (Mayas, Zapotecas y Tarascos), que lo utilizaban como parte importante de sus rituales y ceremonias religiosas. Como ejemplo de esto tenemos que en el período clásico de los Mayas (400-1000 D.C.) ya se usaba esta planta, lo que se puede observar en el templo de la Cruz, en la ciudad maya de Palenque, en la entrada se encuentra una piedra tallada, donde aparece un anciano de pie, encorvado y ricamente ataviado, llamado «Dios Jaguar» o «Dios Pacal», en la que se aprecia que de su boca sale un carrizo de la cual brota una columna de humo de tabaco.

Los Mayas ya fumaban tabaco.

Todo esto nos hace ver cómo la historia da fe que desde el inicio de la era cristiana, en México, ya se conocía el tabaco; planta que probablemente fue traída por los mayas que habitaban la península de Yucatán al expandir sus dominios, tanto al sur de América Central, como al Norte de México.

El tabaco entre los pueblos prehispánicos fue usado de diferentes maneras: en rituales para preparar batallas, en ceremonias para purificar almas, los curanderos y brujos lo usaban para sanar males y enfermedades y los sacerdotes para comunicarse con sus dioses, a través de su aromático humo.

¿Quién fue el primero en hacer puros?

El puro hecho con hojas de tabaco triturado y envueltos en hojas de maíz, paño o corteza, fue la forma primitiva en la que los indios mexicanos lo fumaban, costumbre que adoptaron los Conquistadores españoles los que la llevaron a Europa en donde también gustó y se convirtió en parte de la vida de los europeos rápidamente

La explotación del tabaco con fines comerciales.

La explotación con fines comerciales del tabaco, se establece a mediados del siglo XVI, dando origen a las primeras plantaciones en México, República Dominicana, Cuba, Trinidad y Las Filipinas; regiones que por sus características climáticas son óptimas para el cultivo del tabaco.

Los Puros en el Valle de San Andrés.

Toda esta tradición del tabaco en América se refleja en la naturaleza del Valle de San Andrés, privilegiado por su situación geográfica y clima, que nos permite elaborar completamente puros de la mejor calidad, aroma, de sabor exquisito, capote reconocido internacionalmente y capas de gran refinamiento; garantizado en todos los puros Hoja Real, fabricados íntegramente con tabaco de un solo lugar…El Valle de San Andrés.

Volver arriba
Abrir chat